Temo que la autora de este artículo sea demasiado romántica (o quizás demasiado idealista) para mí. Bueno o malo, soy más una pragmática. Y, desafortunadamente, no solo tuve dificultad para seguir los pensamientos de señora Montero, sino que también yo no estaba de acuerdo con ellos.
Para no parecer excesivamente negativo, debo admitir que el artículo tenía uno o dos datos interesantes y, tambi…