La semana pasada, el secretario general de Naciones Unidas llamó a los líderes mundiales a no desviarse de los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM), lanzados en el 2000 por los 140 líderes y acordados por la ONU. Los ochos metas de los ODM son la reducción de la pobreza y el hambre a la mitad para el 2015, la educación primaria universal, igualdad de género, la sustentabilidad ambiental, reducción de la mortalidad infantil, combatir el VIH/SIDA, la salud materna y la creación de una asociación mundial para el desarrollo. Durante una cumbre de trés días para revisar los ODM, Ban Ki-moon dijo que las naciones ricas han retrasado en la ayuda prometida y en cumplir las metas de la iniciativa. Ban agregó que ellos no deberían equilibrar los presupuestos en las espaldas de los pobres. Pero durante una crisis económica mundial y el alto desempleo, todos los países involucrado deben considerar fuentes alternativas de financiamiento para las metas de los ODM. Además, deberían tener cuidado de que la ayuda no irá a programas inútiles y de poco impacto. Con las elecciones aqui el 2 de noviembre y los votantes frustrados por la lenta recuperación económica y el desempleo todavía muy alto, el gobierno está presionado a demostrar a los estadounidenses que sus impuestos son bien utilizados en ayudar otros países.
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