About

Events

Travel with SF Spanish

       Immersive Spanish in Argentina 

                        April 2024

Are you interested in expanding your cultural knowledge and language skills through an immersive experience?


Are you open to trying new activities and experiencing new customs?

Are you ready to challenge yourself, both personally and academically, by participating in an immersive program?

Are you ready to make memories and experience personal growth that will last a lifetime?

If you answered YES to any of the above, please take this short form about an immersive program in Argentina.

Complete our short form clicking here!

Traveling to Argentina?

🌟 Unlock Exclusive Discounts for Your Buenos Aires Stay! 🌟 

                     Check it Out!

Planning your visit to Buenos Aires? We've got a special treat for you!

Contact us, and we'll not only recommend the perfect place to stay but also connect you with an exclusive discount for your accommodation. It's our way of making your trip extra special!

Don't miss out on this fantastic offer—get in touch now and enjoy a discounted stay in the heart of Buenos Aires!

Review Us!

Cuando yo tenía cuatro años, un día mi padre volvió a casa del trabajo con una pequeña bola de piel blanca y negra que era mi primera mascota, un cachorro al que llamamos Butch. Butch era la única mascota que tenía en mi casa familiar, y de verdad en toda mi vida. Durante mi adolescencia Butch era como otro hermano mío. A veces parecía más hermano que mi proprio hermano humano, pero todos los hermanitos deben pensar eso de vez en cuando. Era un compañero leal y me dio el amor puro que el perro expresa hacia sus amos.

Tengo muchos recuerdos divertidos y entrañables de él, pero el que más recuerdo fue uno que se repetía a menudo. Por las noches mi padre iba a mi habitación a darme las buenas noches. Butch casi siempre estaba conmigo en la cama escondido bajo las sábanas. Mi padre preguntaba, "¿dónde está Butch?" y mi mascota sacudía su cola. Nos reíamos y Butch surgía para recibir el amor y la atención que tanto merecía.

Cuando me fui a la uni a la edad de 17 años, él todavía era un perro energético, y siguió viviendo en la casa familiar por cinco años más hasta su muerte. Lo veía en mis visitas y, por supuesto, saltaba y lloraba cuando me veía, porque nunca me olvidaba. Y ahora, más de 50 años después, nunca lo he olvidado a él.

Views: 17

Comment

You need to be a member of SF Spanish to add comments!

Join SF Spanish

© 2024   Created by Romina Mancilla.   Powered by

Badges  |  Report an Issue  |  Terms of Service