15-2-2012_Filipinas no es un país hispanoparlante

[John Santibanes]

No sé nada del idioma filipino. He intentado aprender unas expresiones básicas porque en mi ruta semanal de entregas hay tres destinatarias filipinas, las Sras. Mercado, Guevara y Gapasín. A pesar de los apellidos, ninguna de ellas habla español. Hasta ahora no conozco nada más que “magadang umaga” (buenos días) y “kumusta ka” (¿cómo está?).

Me llamó la atención el adagio filipino que dice que el país fue moldeado por 300 años en el convento y 50 años en Hollywood. ¡Qué chistoso! Normalmente no hay mucho de qué reírse en la lectura. Los 333 años de dominio español me parece un tiempo muy largo de ocupación de un territorio tan grande, terminando sólo como resultado de la intervención de Estados Unidos en 1898. En cambio, la hegemonía británica de India, una tierra mucho más grande y poblada, duró menos de 200 años, cuyos primeros 100 años fueron una dominación mercantil por parte de la Compañía de las Indias Orientales. Sobre todo, fue notable que España lograse mantener control sobre Filipinas a través de la época de los movimientos de liberación latinoamericanos y el fermento insurgente que comenzó con las revoluciones estadounidense y francesa.

De hecho, las insurrecciones tuvieron lugar con regularidad en Filipinas a lo largo del período colonial. Durante la primera parte del siglo XIX la rebelión del Basi (1807) surgió después de que España prohibiera la fabricación privada del Basi, un vino elaborada de la caña de azúcar. La rebelión fue reprimida por las tropas españolas con mucha fuerza y pérdida de vidas entre los filipinos. La rebelión de Novales (1823) fue una breve insurrección independentista encabezada por el capitán epónimo Andrés Novales, que se resintió de la manera con la que las autoridades españolas trataban al pueblo criollo. Los refuerzos españoles lograron suprimir la sedición, matando a Novales y otros descontentos y exiliando a los demás. La rebelión de Pule (1840) ocurrió cuando Apolinario de la Cruz, conocido como el "Hermano Pule" inició su propia orden religiosa. El gobierno español prohibió la nueva orden, más que todo por su desviación de las enseñanzas y rituales católicos ya que adaptaban algunos de las creencias locales. Miles de seguidores de la orden tomaron armas, y esta resistencia de 18 meses fue sangrienta, acabando cuando Hermano Pule fue capturado y ajusticiado. Me fascina que cualquier imperio pudiera reaccionar eficazmente en una época cuando la comunicación y el movimiento de tropas y armas tardaron tanto tiempo.