Tarea para la clase de Carmen 19 de enero- Meredith

[Meredith Webster]

Apuesta por- comprometido con
Atisbo- un poco de la vista de algo, hint/glimpse
Soberbia cultural- arrogancia de su cultura
Manchado- ensuciado, normalmente con un tinte de color
Codiciado- que a mucha gente le gustaría
Despacho- oficina
El auge- aumento
Derrotero- dirección
Rezar- continuar
Prestigio cosechado- estatus que viene de
Adquirir- obtener
Repudiar- desconocer, anular relación
Carcajadas- risas grandes
Anhelo-deseo, nostalgia
El sustrato- material de fundación

El cambio en liderazgo en instituciones de arte, de hombres blancos a mujeres y personas de color está pasando en muchos lugares, lento pero seguro, especialmente en el año pasado. En el mundo de ballet, la tradición siempre ha sido que hombres blancos eran los directores de compañías, con pocas excepciones que lo sé. Una excepción de la generación pasada era la del Ballet Nacional de Cuba- dirigido por Alicia Alonso- ella fundó la compañía con fondos del gobierno de Fidel Castro. En su tiempo, ella fue la bailarina mas conocida del mundo, y bailo y dirigió casi ciega y aparentemente como una dictadora. Más recientemente, el ballet de La Opera de Paris, una de las compañías mas tradicionales y conocidas del mundo, ha sido dirigida por Aurelie Dupont desde 2016. Pero en el año pasado, pienso en tres ejemplos de nuevas directoras instaladas en unas de las compañías más importantes de nuestro país. La compañía de danza contemporánea Hubbard Street Dance Chicago existe desde hace 44 años, y en 2021 contrataron Linda Denise Fisher-Harrell, una mujer negra, para el puesto más alto: Directora Artística. La compañía New York City Ballet tiene la ex-bailarina Wendy Whelan al timón, quien es blanca pero la compañía tiene unos de los elencos más diversos (en colór de piel) del mundo, especialmente en ballet. Y hace unas semanas, nuestro propio Ballet de San Francisco, la compañía de ballet mas antigua del país, anunció que Helgi Tomassen, director aburridisimo de la compañía por casi cuatro décadas, sería reemplazado por Tamara Rojo, una española! Ella tenía una reputación para innovación durante su mandato en el Ballet Nacional de Inglaterra, y tengo muchas ganas de ver que hace aquí. Espero que conecte con la gran comunidad hispanohablante para dar oportunidades a los bailarines (y directoras) jóvenes de la próxima generación.