Realmente me gusta el Día de Acción de Gracias. Me encanta cuando toda la familia y mis amigos se reúnen, cuando la casa tiene alegría, comida deliciosa, caras felices, conversaciones interesantes.
Mi familia y mis amigos tenemos una tradicion buena. Cada persona , incluido los niños pequeños, habla sobre las razones por lo que está agradecido.
Este ano el premio va para Becca. Ella anunció que estaba agradecida de que su hermano menor no le dijo nada malo. De hecho, el puede hablar solamente dos palabras: mamá y ava, que significa avocado, su comida favorita.
Discutimos otro tema interesante. Cada persona recordo lo que parecio inesperado cuando solo llego a los Estados Unidos hace muchos años. Fue sorprendente que para cada uno de nosotros fuera esta cosa completamente diferente, aunque todos llegamos aproximadamente al mismo tiempo y del mismo país. Esto confirma una vez más un hecho tan banal que olvidamos en la vida cotidiana: todos somos diferentes, e incluso cuando vemos lo mismo, llegamos a conclusiones diferentes.
Durante fin de semana largo hice otra observacion interesante. Entre nosotros estaban nuestros hijos mayores y sus hijos pequeños. Estos niños no son vistos con frecuencia, pero qué tan rápido comenzaron a entenderse, incluso cuando no hablaban el mismo idioma. Durante el fin de semana nos encontramos varias veces, y en la casa de mi hermano, y en mi casa, y n casa de nuestros amigos. Diferentes niños pequeños estaban presentes allí, y cada vez después de aproximadamente media hora comenzaron a jugar juntos como si se conocieran durante mucho tiempo. Mirando esto, quiero creer que la próxima generación tendrá más comprensión.
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