La verdadera historia de Pinocho, el cuento clásico italiano que popularizó Disney

[Helen Norris]

Cuando estuvimos en Florencia, recuerdo que vimos un montón de réplicas de Pinocho en los escaparates de una tienda tras otra. Al principio, quería comprar una de estas marionetas adorables como un recuerdo, pero como puede ocurrir cuando hay demasiados de algo, su  encanto puede disminuir y convertirse en algo banal. Creo que eso era la razón por la que me impidió comprar una y por eso no tenemos un Pinocho permanecido en una estantería en nuestra casa. Por una parte, pienso que eso es una lástima porque habría  sido una manera en la que podríamos recordar un viaje especial. Pero, por otra parte, cuando pienso en todos los problemas que el diablillo le causó al pobre Geppetto, creo que tome la decisión correcta. No necesitamos alguien tan travieso en nuestras vidas.