Alejo Carpenter y “lo real maravilloso” y músico de la palabra

[Helen Norris]

Quizás nunca vayamos a saber la respuesta a la pregunta:, ¿qué pasó primero, la música o el lenguaje? Cuando escucho a los sonidos grabados desde la selva Amazónica, es fácil conectarlos a las canciones y la música de esa ambiente  a la población autóctona y concluir que esas personas diseñaron sus instrumentos musicales para imitar y interpretar los sonidos de los pájaros, los insectos, los animales y los ruidos naturales de sus alrededores. 
Aunque es posible  que nunca lleguemos a saber si los hombres prehistóricos pronunciaron sus primeras  declaraciones en la  forma de algún tipo de música mientras imitando los sonidos en sus entornos o solamente gruñeron ruidos para hablar sobre la vida cotidiana y advertir contra los peligros,  hemos visto lo suficiente  del arte prehistórico para determinar que la gente tuvo la necesidad y la habilidad  de comunicarse. 
El hecho de que todavía usamos muchas palabras que suenan como los sonidos de la naturaleza, por ejemplo: el “chirrido”de un grillo, el “pio”de un pajarito, el “susurro”del viento o de un arroyo me lleva a  pensar que la música y el lenguaje son de la misma fuente y nacieron como gemelos que siguieron caminos distintos.