El año que duró 445 días por una confusión en el calendario

[Helen Norris]

Nunca pensé mucho en ni aprecié nuestro calendario gregoriano hasta que estaba en el Museo Nacional de Antropología en la ciudad de México. Allá tienen gigantes calendarios tallados de piedra. Por supuesto, hay etiquetas de información para explicar cómo comprender los símbolos tallados en las redondas esculturas impresionantes y cómo las personas que existían durante los años pre-colombianos los utilizaban.  Pasé mucho tiempo tratando de entender lo que estaba leyendo hasta que empecé a tener un dolor de cabeza. La cosa principal que recogí de sus largas explicaciones fue que esos calendarios fueron comprendidos y utilizados solamente por las personas muy bien educadas. La gente común tuvo que recurrir a ellos para averiguar qué fue el día y qué  significó. Dudo que los peones supieran aún en qué día y año nacieron . Al parecer, eso no solo era un problema para las civilizaciones  mesoamericanas antiguas. Tenía que haber habido muchos matemáticos  y astrónomos por todo el mundo por miles de años que sufrían con dolores severos de cabeza cuando estaban tratando de organizar un calendario perfecto. Pero, al fin y al cabo, gracias a sus sufrimientos, tenemos ahora, por lo menos uno que, aunque no es absolutamente preciso, es lo suficiente eficaz y fácil para que todos podamos utilizarlo.