La curiosa historia de cómo Bulgaria hizo popular el yogur en el mundo

[Helen Norris]

No como mucho yogur, sin embargo, sí como un producto lácteo de Bulgaria casi todos los días. Es el queso feta búlgaro, que es conocido como "sirene".

Lo pongo en las ensaladas que hago con pepinos, apio, aguacate, hinojo, chalotes, mandarina, limón, manzana, y cuando estén en la temporada, fresas, kumquats, caquis, y semillas de granada. Después de picar las frutas y los vegetales, agriego el queso feta, un poquito de vinagre de arroz japonés y aceite de olivo. Me toma casi 45 minutos para hacerla, pero en mi opinión, el sabor vale la pena.

Hace 40 años, mi esposo descubrió este queso en una charcutería griega en el barrio, el Excelsior. Para nuestra consternación, en los 80's tempranos, llegó a ser indisponible. Nunca supe exactamente porqué, pero el dueño de la charcutería nos dijo que fue por algún tipo de embargo.

Entonces, un día, más o menos 20 años atrás, reapareció en las estanterías de los mercados y salté con alegría.