Lo que un "terapeuta de ricos" aprendió sobre la felicidad al escuchar los problemas de los millonarios

[Helen Norris]

Hasta donde yo sepa, nunca he conocido a nadie superrrico ni famoso. Si uno de mis conocidos era una parte de esa estratosfera nunca me dijo. Siempre me he sentido afortunada y contenta ser una persona de la clase media. Claro que nunca quise tener menos dinero que tenía, pero tampoco quise hacerme super rica. A ser más inteligente, más talentosa, más bonita, sí, quería esas cualidades pero, gracias a la sabiduría de mis padres, sabía que el dinero no podía comprármelas ni que podía comprarme felicidad. Además, después de observar las vidas de las famosas, decidí, desde de una temprana edad que esas no eran para mí. Preferí poder dar paseos sin ser reconocida por nadie excepto mis amigos. Entonces, creo que puedo decir que nunca envidié a los ultrarricos ni a las celebridades, de hecho, ahora tengo algo de empatía con sus familias y en particular con sus hijos. Creo que tienes que ser un tipo de persona especial para realizarte tus propios sueños cuando naces y te creces con una familia famosa y riquísima cuyo apellido aparece todo el tiempo en las noticias y los medios sociales. Por supuesto, una infancia así puede conllevar muchos beneficios económicos y educativos, pero, supongo que conlleva también muchos precios ocultos. Después de leer este artículo, traté de pensar en alguien así y el nombre que vino a la mente fue el comentarista de televisión, Anderson Cooper, un hombre que nació de una familia famosa y adinerada, los Vanderbilt. Claro, no sé si él es una persona feliz y emocionalmente equilibrada, pero, por lo menos, de lo poco que sé sobre su vida, me parece que ha llevado una con propósito y ha sido un hombre de buena voluntad. Como periodista ha viajado a las zonas de guerra y muchas areas de crises humanitarias para tratar de darnos a conocer de que necesitan las personas en la forma de ayuda. No ha dado la espalda a sus semejantes. Dudo que Cooper sea el único pero creo que es un buen ejemplo de un rico que sabe que la felicidad no está en el dinero ni en la fama. Son individuos al iguales que nosotros.