Clase de Carmen_7-11-2019

[John Santibanes]

Me descorazona la gravedad de los problemas del crecimiento demográfico y la pérdida de biodiversidad en un mundo amenazado por la degradación ambiental y climática. El Día de la Alimentación nos llama la atención en uno de los síntomas de estos problemas: la dificultad de proporcionar suficiente nutrición diaria a un mundo con 7.500 millones habitantes. En los países económicamente más avanzados donde hay una abundancia y variedad de alimentos, tener suficiente para comer es a menudo menos importante que comer menos. ¿Pero está llegando a su fin esta época de plenitud y diversidad? Según datos de la FAO (Food and Agriculture Organization) de la ONU, a lo largo de la historia la humanidad ha utilizado entre 8.000 y 10.000 especies distintas para su alimentación. Hoy se producen y distribuyen comercialmente alrededor de 150, y el 60% de las calorías que consumimos vienen de solo cuatro especies: el trigo, el maíz, el arroz y las patatas. También se utilizan cada vez menos variedades dentro de la misma especie.

 ¿Cómo podemos frenar la pérdida de biodiversidad?  No hay medidas rápidas y fáciles para proteger a la cadena alimentaria, pero a un mínimo nos es esencial no desarrollar los hábitats críticos para la vida silvestre y las plantas nativas; no continuar a destruir humedales y puestos forestales maduros; usar métodos sostenibles para controlar plagas; y reciclar, reutilizar y reducir el consumo.  No obstante, por muchas medidas que tomemos vamos a enfrentan poderosas fuerzas resistentes económicas y políticas, especialmente en Estados Unidos y Brasil, dos países que tienen un impacto grande medioambiental.  Siempre intento terminar la tarea con unas palabras de optimismo, pero al pensar en la inmensidad de este desafío me quedo en blanco.