Tarea de 18/05/16: ¿Por qué es importante que los niños se críen con mascotas?

[Michelle McCarthy]

Cuando mi hermano y yo éramos niños, teníamos una mascota que se llamó Canela-Panqueques. Fue un conejito que mi hermano recibió como regalo de cumpleaños cuando tenía algo como seis años. Fue bastante chico para cuidar a una mascota, así que mi madre no estaba muy feliz con mis tías, quienes compraron el conejito. Repartieron el conejito en una caja marrón grandísima, sin comida, sin una jaula, sin cualquier cosa. Aun así, nos quedamos con el conejito hasta que estaba muy enferma y vieja.

En medio de todo esto, dije a mi madre que siempre hubiera querido un gatito. Para mi cumpleaños ese año, mi madre me llevó a la casa de una mujer en mi pueblo cuya gato hubiera acabado de tener crías. Elegí mi gatito, uno pequeño que me llamé Cleopatra, o Cleo de forma resumida.

Cleo y Canela-Panqueques fueron amigos fantásticos. Siempre estaban jugando con el balón, Canela-Panqueques dándolo un codazo con su nariz, y Cleo golpeándolo con su garra. Eventualmente teníamos un perrito llamado Lizzie, y ella participó en esto también. La cosa irónica de mis memorias—después de estos tres mascotas y innumerables peses también, en general no me gustan las animales en lo más mínimo.