Tarea de Michelle (27/04/16): La difícil tarea de inventar una gran receta

[Michelle McCarthy]

Me encanta la comida italiana. Es una de mis cosas favoritas en este mundo. El milagro que es la pasta, no sólo el ravioli pero todos los tipos de pasta, es algo para que este agradecida cada día.

Por casi dos años, estaba saliendo con un hombre que fue muy, muy allérgico al huevo. Así, durante este tiempo, casi no comí pasta ni comida italiana en absoluto porque siempre contiene huevo. El fin de semana después de que se rotamos, fui a cenar con mi familia. Mi madre me preguntó dóndo quería ir. Yo dije: “No me importa cual restaurante—sólo quiero pasta casera!” Fue un alivio tremendo estar libre de la relación—no sólo por consecuencia de los beneficios con respeto a la comida italiana—pero no puedo decir que esta ventaja no cruzó mi mente.

Dicho esto, también sé que es posible tener demasiado de una cosa buena. Hace muchos años, estaba en Italia por dos semanas y comé la pasta para el almuerzo y la cena casi cada día. Después del viaje, la única cosa que quería fue un bistec grandísmo y no ver ni comer la pasta otra vez por mucho tiempo. Pero aprendí por esta experiencia. En mi último viaje a Italia, recordé que es posible combinar la pasta con el carne. Esta receta tiene su propia nombre allí—la boloñesa. Así pedí la espagueti a la boloñesa en casi cada restaurante dónde comemos, y nunca hubiera sido más feliz.