Tarea para Carmen 19 enero

[Carolyn Teshima]

En el artículo sobre Naomi Beckwith, la nueva conservadora jefa del Guggenheim de Nueva York, el escritor escribe que "de repente, los museos han dejado de simular que eran lugares apolíticos." Esta declaración me recuerda a un objeto en exposición que lo vi al museo Whitney (Nueva York) en 2019, como una parte del Bienniel. Como recordé, esta exposición en particular fue una protesta, y destacó botes de gas lacrimógeno esparcidos en el suelo. La exposición fue parte de una protesta de activistas (Decolonizar este Lugar) en señal de protesta contra a Warren B. Kander, el vicepresidente de la junta directiva del museo Whitney. Kander fue el dueño de Safariland, una empresa que fabrica botes de gas lacrimógeno y otros productos que fueron utilizados por las fuerzas de orden contra los solicitantes asilos por la frontera entre los Estados Unidos y México. 95 los empleados, incluidos dos conservadoras, firmaron una carta abierta que pidió con insistencia que el museo considerar pedir la renuncia de Kander.

 

Las activistas vincularon la controversia de Kander a la frontera, con historias grandes del colonialismo, el sexismo, el racismo, y la opresión.

Ellas notaron que el papel de Kander en la junta directiva del museo no fue una excepción, pero de modo similar a algunos miembros de las juntas todo el mundo. En el momento, dijeron que la era de la neutralidad política ha terminada; si no, debería ser.

 

En julio 2019, Kander renunció de la junta directiva, afirmando que no quería ser parte de la desaparición del museo Whitney.