Carmen_25-4-2019

[John Santibanes]

El artículo nos pregunta, ¿cómo fue posible crear esta tecnología y para qué sirve?  Crear una pantalla de 20 metros es impresionante y nos demuestra de nuevo que la tecnología sigue trascendiendo sus proprios límites.  Aun si una pantalla tan grande no tenga ningún uso rentable más allá de usos prosaicos como en cines y parques temáticos, nos asombran el alcance y la creatividad de invenciones tales.  La tecnología es el fenómeno imponente de nuestra época.  ¿Pero es la tecnología una nueva religión de nuestra época?  ¿Es ella más que una metáfora de la religión?  ¿Pretende la tecnología sustituirse a las creencias y a los dioses?

 

Podría decirse que la tecnología tiene algo en común con creencia.  Ambos –la tecnología y la creencia-- nos ofrecen un camino hacia justas recompensas: comunidad, paz, justicia y un futuro mejor --aunque en el internet los datos personales puedan crear un infierno en vez de un futuro mejor. Y ambos se propagan más por ofrecer recompensas que realizarlas.  Pero en esta época de la velocidad de la luz, la tecnología puede encantar más a ellos que buscan la gratificación inmediata que a ellos que pueden esperar hasta la eternidad. Sin embargo, la tecnología no dispone de una dimensión esencial que brinda la religión: lo espiritual.  Los viajes espirituales nos llevan a menudo a destinos desconocidos en busca de respuestas a las grandes preguntas de la vida: ¿Quién soy yo? ¿Cuál es el significado de la vida? ¿Qué es lo bueno?  La tecnología puede ser el vehículo por el cual buscamos la respuesta a cuestiones existenciales, pero no es, por sí solo, la respuesta.  Al fin y al cabo, sería mejor decir que la tecnología es la tecnología, y que la creencia, la religión y lo espiritual son asuntos distintos.