Los recortes del presupuesto por el gobierno español son el último síntoma de la crisis económica que empezó en los Estados Unidos (y a causa de los bancos estadounidenses), y extendió alrededor del mundo. Debido a esta crisis, ahora vemos todos que el complicado sistema economico internacional, que había pretendido ser una comglomeración de innovaciones para reducir el riesgo, en realidad es el opuesto. El tipo de interconexiones que nos dieron los banqueros ha creado un sistema que puede desplomarse solamente a causa de acciones imprudentes de pocas personas influenciales.
En España, se manifestó a causa del problema del mercado inmobiliario sobrevalorado que afectó España muy profundamente. La ironía es que el país que es culpable de la crises (los EEUU) ahora va a beneficiar de su mismo gran poder financiero que le dejó capaz de destruir la economía mundial. Su gobierno puede usar su poder para prestar sin consecuencias severas y gastar a efectos de recubrir del desastre. Pero España, víctima de la crisis, no tiene este poder. No tiene una economía tan grande, y además no tiene bastante independencia en usar politica fiscal a causa de su afiliación con el Euro. No puede gastar y causar la inflación porque los alemanes y los franceses no le permitirán.
En vez de prestar y continuar gastando, su única opción es cortar los gastos públicos y acceptar el sufrimiento y una recesión prolongada. Es una tragedia cruel y injusto, pero es la única posibilidad si las personas culpables no paguen por su destrucción. Claro que los banqueros riquisimos, que mantienen sumo poder en los EEUU, no van a permitir la posibiliad de justicia.
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