Immersive Spanish in Argentina
3-13 April 2025!
🌟 Unlock Exclusive Discounts for Your Buenos Aires Stay! 🌟
Planning your visit to Buenos Aires? We've got a special treat for you!
Contact us, and we'll not only recommend the perfect place to stay but also connect you with an exclusive discount for your accommodation. It's our way of making your trip extra special!
Don't miss out on this fantastic offer—get in touch now and enjoy a discounted stay in the heart of Buenos Aires!
Recientemente, yo leía un libro sobre las nubes y encontré una historia sobre un piloto que cayó por las nubes. Los pilotos evitan las nubes cumulonimbos, más comúnmente conocidas como nubarrones, porque contienen granizo que puede dañar los aviones. También, el relámpago en los nubarrones puede dañar la electrónica, el agua puede crear hielo en las alas y los corrientes pueden dar la vuelta los aviones.
En 1959, este piloto comenzó una vuelta corta de Massachusetts a North Carolina. Sabía que habría tormentas de camino y tenía pensando a volar encima de las nubes cumulonimbos. Por desgracia, exactamente cuando estaba arriba de un cumulonimbo gigante, el motor se encendió y el avión perdió electricidad. Aunque estaba dieciséis kilómetros en el aire y la temperatura era -51 grados Celsius, tuve que expeler sí mismo del avión.
No tenía un traje presurizado, pero tenía un suministro de emergencia de oxígeno, el que era necesario para sobrevivir el descenso. Aun así, la diferencia en la presión del aire y el cuerpo causó sangrando de los ojos, la nariz, la boca y las orejas y su estómago se hinchó como si fuera embarazado. Dijo que nunca había sentido tal dolor, pero por suerte, el frio extremo empezó a entumecer el cuerpo.
Después de cinco minutos, el paracaídas abrió. Se quedé de oxígeno, pero para entonces, el aire tenía oxígeno suficiente parar respirar. Después de diez minutos había pasado, el piloto debía de haber acercado al suelo, pero las ventoleras continuaban empujarlo arriba y en todas direcciones. Él vomitaba, y rocas de hielo lo lanzaba. Entonces, el relámpago y los truenos empezaron. A veces, tuve que contener la respiración a causa de los torrentes de lluvia.
A la larga, el aire se convirtió en menos turbulento y menos lluvia, y, por fin, el piloto emergió de la nube y cayó a un bosque. ¡Qué increíble que no rompió nada huesos! Caminó con dificultad a una carretera para ayudar y alguien lo llevó al hospital. El torso estaba cubierto con la congelación y tenía verdugones y moretones en todas partes. Los médicos no creían que él sobrevivió.
En condiciones normales, tomaría diez minutos a caer la distancia que el piloto cayó, pero ¡había estado en el aire por cuarenta minutos!
© 2025 Created by Romina Mancilla. Powered by
You need to be a member of SF Spanish to add comments!
Join SF Spanish