Los verdaderos colores de los planetas.

[Helen Norris]

Como leía este artículo, pensaba en John Dobson, un hombre que enseñó astronomía en San Francisco durante los sesentas y los setentas. Enseñó por la noche en las escuelas públicas a cualquiera tenía interés y las clases eran completamente gratis. Era una persona muy excéntrica, pero sabía convertir una asignatura que, para muchos estudiantes, cuando era enseñada por otros maestros, no les cuadró, y era más soso que un huevo sin sal, en una clase fascinante que sí, les cuadró y no era un mundo.

Antes de eso, señor Dobson vivió por más de 20 años en el monasterio budista de San Francisco. Durante ese tiempo, empezó a construir telescopios con materiales baratos y la dejaba a la gente en las aceras mirar al vacio por ellos para ver las estrellas y los planetas. Desafortunadamente para el, en 1967, el líder del monasterio, después de leer un trabajo escrito por Dobson, lo expulsó por contradecir la reconciliación de ciencia con la enseñanza del Buda.

Sin embargo, afortunadamente para mí,  después de eso, Dobson fundó un club que se llamó Los Astrónomos de la Acera y les enseñó a construir telescopios a muchas personas, incluido yo. Compré una lente de 10 pulgadas, pero como no quiero tener pelos en la lengua, tengo que confesar que no lo terminé de construir   Toma muchas horas para pulir la lente y hacerla perfecta. No era mi fuerte. Pero, gracias a John Dobson, tuve muchas oportunidades a ver el planeta Saturno por los telescopios de otros miembros del club y puedo verificar que es del color amarillo pálido y aún más hermoso que las fotos.