La clase de Carmen: La tarea 25 julio 2019

[Harriet Fotis]

Dudo que mis hábitos alimenticios puedan identificarse con los principios de la Dieta Mediterránea, pero siguen muchas de las mismas pautas. Yo como muchas frutas y verduras, yogures, quesos, y pescado, pero nada de carne o pollo.  Por desgracia también me encanta la pasta y los panes y probablemente comer demasiado de ambos. 

 Creo que mis hábitos alimenticios son producto de dos cosas.  Primero, mis padres y abuelos eran de Italia y Grecia, así que cuando era una niña, mi familia siguió a muchos de los principios encontrados en la dieta mediterránea, pero como muchas personas que emigran a un nuevo país, también incorporaron la comida de su nuevo país.  Además, no estoy seguro si tuve suerte o no, pero la comida rápida y la comida procesada no eran comunes cuando era joven.

Estados Unidos es un país grande y diverso, por lo que es difícil identificar una dieta tradicional, pero lo que es cierto, y de preocupación, es que los hábitos alimenticios actuales de muchos de sus ciudadanos, especialmente los niños, son cualquier cosa menos saludables y equilibrados.  Y no creo que el problema tenga una solución fácil. 

Aunque probablemente hay muchos factores que contribuyen a la dieta poco saludable en nuestro país, creo que los asuntos del tiempo, la conveniencia y el dinero son fundamentales para el problema.  Hoy muchas personas y las familias son ocupadas y no tienen tiempo para preparar alimentos frescos todos los días.   Para ellos es mucho más fácil comprar alimentos preparados en el supermercado o en un restaurante de comida rápida.  Y a menudo es mucho más barato. Las frutas frescas y los vegetales, así como los quesos y los cereales integrales pueden ser caros.  Además, es posible que las personas que viven en barrios más pobres ni siquiera tengan acceso a estos alimentos saludables. 

 Para los jóvenes, el problema es más serio. La comida basura parece ser su alimento de elección y se vende en todas partes, incluyendo muchas escuelas.  El resultado es que ahora vemos a muchos jóvenes con enfermedades que en el pasado eran comunes sólo a los adultos.

 En los últimos años ha habido un mayor esfuerzo para educar al público sobre hábitos alimenticios saludables y para proporcionar más acceso a mejores alimentos, pero a menos que se haga algo más sustancial pronto, creo que el problema sólo va a empeorar.