La clase de Carmen: La tarea 6 mayo 2020

[Harriet Fotis]

Cuando caminas con alguien nuevo, es importante que sepas cuáles son sus habilidades antes de salir por el sendero con ellos.  (Esa es la voz de la experiencia hablando).  No sé cuántas veces hemos estado atrapados con personas que no pueden mantenerse al día con el grupo y alguien tiene que guiarlos de vuelta a la cabeza de sendero.  (Muchas personas creen que para caminar por senderos de montaña es pan comido).  No es raro oír: ¡vamos chicos, dejen andar pisando huevos y dense prisa!  Así que el viernes pasado, cuando mi amiga Karen me preguntó si su amiga Susan podría acompañarnos en nuestra caminata, yo estaba un poco escéptica, a pesar de que Karen me aseguró que Susan estaba en excelente forma. 

Y cuando conocí a Susan estaba un poco preocupada.  Ella era muy pequeña y estuvo como un fideo.  También parecía estar en sus primeros setenta.  Pero, aunque ella puede haber parecido frágil, resultó que en realidad estaba tan fuerte como un toro.  Corrió hacia arriba los senderos empinados dejando a Karen y a mí en su polvo.  ¡En lugar de que la esperáramos, tuvo que esperarnos!  Fue casi vergonzoso.  Ella es el ejemplo perfecto del viejo dicho, nunca debes juzgar a un libro por su cubierta. 

Lo único que realmente me molestó acerca de caminar con ella era que habló por los codos y nunca dejaría de hablar.  A menudo nos gusta no hablar cuando caminamos por el bosque.  Pero, realmente disfruté caminar con ella.  Es una persona muy interesante.  Además de ser una gran excursionista, es una corredora y ciclista de larga distancia.  Y hasta ahora, había pasado de cuatro a seis meses al año viajando.  Mi vida parece ser bastante aburrida en comparación.