La película, No se aceptan devoluciones

[Jan Scott]

Vi cerca de la mitad de la película, “No se aceptan devoluciones”.  Tiene subtítulos en español solamente cuando los personajes hablan en inglés.  No era útil para mí, pero podía entenderla bastante bien para seguir el hilo de la historia. 

Empieza con un padre y su hijo de 7 o 8 años, Valentín.  El padre quiere que el hijo no tenga ningún miedo.  Entonces el padre le fuerza al niño hacer cosas escalofriantes como permite que una araña camine en el pecho, salta de un acantilado hasta el mar, y se acerca a un lobo. 

Pasan los años y el niño ha crecido a un chico viviendo una vida divertida en Acapulco con muchas chicas bonitas.  Un día una chica especial llega – con un bebé, quien es el hijo de Valentín.  Ella deja al bebé y se va.  Qué horror!  A Valentín, le fastidia el bebé, quien es, de hecho, una niña. Toma una decisión de buscar a la madre. A través de la internet, puede descubrir que la madre estaba en Los Ángeles. 

El viaje desde Acapulco hasta Los Ángeles es duro pero los dos, padre e hija, alcanzan el destino.  En busca de la madre, Valentín se encuentra en la oficia de un productor de Hollywood mientras su hija está al lado de la piscina.  Cuando Valentín ve que muy pronto su hija va a caerse en la piscina, salta desde la ventana de la oficina hasta la piscina como hizo cuando era niño. A partir de este momento, Valentín se convierte en un padre.  El productor ve ese acto impresionante y le da un puesto como doble de riesgo en su nueva película.

La peli continua con padre e hija haciéndose mayor y viviendo con mucho cariño. Todo anda bien hasta que la última escena que vi.  En ella, Valentín va al médico quien le dice que está muy enfermo y ya tiene poco tiempo para vivir.  Un hombre solo que tiene un hija va a morir, quizás sea parecido a la película Biutiful.

Al principio, a la peli me parece tonta pero después de un rato, parece una historia dulce con chistes sobre la humanidad.