Al momento de ganar el premio más glorioso de su profesión, la joven fenómeno Naomi Osaka se quedó con la cabeza gacha, escuchando los abucheos del público y tratando de esconder sus lágrimas.  No era importante que la muchedumbre no abucheara a ella. El momento de gloria de Osaka tendría que esperar hasta que se agotara la causa del tumulto: la rabia de su contrincante hacia el árbitro.  Tal vez esto es algo que los competidores tienen que soportar, o tal vez en el mundo actual de deporte…

Algo que me fascina en este artículo es las muchas supersticiones relacionadas con una sola cosa: el espejo.  Me pregunto por qué está llena de tantas supersticiones la historia de la humanidad y por qué persisten.  Los antiguos crearon su dioses y espíritus para explicar lo desconocido o lo incomprensible, y les concedieron el poder de proteger el mundo del peligro y del mal y de castigar la perfidia. Sin o con supersticiones, buscamos todos la protección y el significado de la vida.…