La clase de Carmen: La tarea 13 noviembre 2019

[Harriet Fotis]

Cuando leí este artículo lo primero que me vino a la mente fue mis padres decían "Come todo en tu plato.  Hay niños que se mueren de hambre en Grecia.”  (No fue tantos años después de la Segunda Guerra Mundial).  En ese momento, estoy seguro de que los niños de otras familias estaban escuchando lo mismo (pero probablemente sobre diferentes países), pero el mensaje era el mismo "no desperdicies comida".  Fue una introducción temprana al concepto de hambre y desperdicio de alimentos en el mundo.  Ahora es sesenta años después, y mientras el mundo está produciendo más alimentos que nunca, millones de personas todavía no tienen suficiente para comer.  Con toda la tecnología que tenemos usted pensaría que alguien habría llegado a una solución por ahora, pero, todos los días ves historias de hambruna y hambre en el mundo hasta el punto de que, tristemente, casi te vuelves inmune a ella.

El artículo sugiere que deberíamos centrarnos más en el desperdicio de alimentos que en la producción de alimentos.  Cuando pienso en el desperdicio de alimentos, pienso en la comida en nuestras propias casas que no usamos y tiramos, o los restaurantes que preparan demasiada comida y no pueden usarla o el supermercado que siempre está tirando comida a la basura porque no se ve perfecto o está por encima de “la venta de caducidad".  Curiosamente, otro artículo que leí sugiere que la mayoría de los desechos de alimentos provienen de la agricultura animal.  Si el mundo comiera menos productos animales, especialmente le carne de vaca, resultaría en más alimentos disponibles para el consumo humano.  Se necesita más para alimentar a una vaca de lo que producen en alimentos para personas (criar animales para la comida es muy ineficiente y despilfarrador).  Además, se dispondría de más tierras para la producción de alimentos.  Y, menos animales significaría menos gases de efecto invernadero, por lo que también sería una victoria para el medio ambiente.